,con un café lleno de azúcar en la mano -era un día amargo- y empezó a remover el café con la cucharilla. Estaba angustiada, y cuando le preguntaron que le preocupaba, paró de remover el café, levantó la cabeza y dijo: "hoy va a ser un gran día y no sé como afrontarlo. Quizás me pinte los labios de rojo."
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